lunes, 20 de diciembre de 2021

Novena de Aguinaldos: ¿Equívocos o accidentes felices?


Y en nuestra sección "Lecturas de la Novena de Aguinaldos: ¿Equívocos o accidentes felices?" de hoy tenemos:

Texto original:

Niño que apacientas
con suave cayado (este "cayado" va con "y" de "yuca", porque se refiere a un bastón que se curva en la parte superior; no significa, entonces, que sea suave el modo en que el niño permanece callado y que esto tenga, además, la facultad de apacentar a los semovientes que se mencionan en los versos que siguen),
ya la oveja arisca,
ya el cordero manso.

Lectura equívoca (que se hace entre risitas normalmente), dice:

Niño que apacientas
con suave cayado,
ya la oveja bizca,
ya el cordero manco.

Pero ¿es en verdad un error esta lectura divergente de su original? ¿No será acaso uno de los reconocidos accidentes felices de la escuela rossiana? 

Consideremos: en esta lectura, la oveja bizca y el cordero manco representan deficiencias de dos órdenes: la primera, congénita; la segunda, probablemente adquirida (hay un gran trabajo inédito que busca reconstruir los hechos que condujeron a que el cordero perdiera una de sus "manos", si fue la derecha o la izquierda y sus implicaciones políticas).

El Niño de la Novena de Aguinaldos da de comer pastos (vegetales y espirituales) a estas dos criaturas con diferentes discapacidades, sin dar prelación a ninguna de ellas, con lo que se hace manifiesto que la Salvación es posible para todos; tanto para quienes han nacido con mancha de pecado (no me cuento entre estos), como para aquellos que se han manchado de pecado en el decurso de una vida abominable a ojos de quien juzga a sus semejantes y se mete en lo que no le importa.

El blanqueador de pecados (de marca comercial Sin Sin), por tanto, funcionaría en ambos casos, con la misma eficacia garantizada.

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