(Con fecha original del viernes, 02 de mayo de 2008)
Regresas. Ahora llevas el semblante calmo. A bordo del Xixaloa navegas una vez más sobre las aguas vivas que amaste, entre follajes de verde deslumbrante y frutas como sólo puede darlas Dios.
Has regresado y navegas el Gran Río —tú, que te sentiste río— en tu viaje final. Los aplausos, después de todo, te saludan de este lado, pero tú ya no estás. Estás muerto, José Eustasio; también a ti una selva te mató.
Vive aún tu esfuerzo, aunque esta tierra siga siendo la promesa que pudimos y no quisimos cumplirnos…
Descansa, hermano, todavía falta para llegar a Bogotá.
Descansa, cierra los ojos: tú sabes bien que es la Violencia lo que de nuevo viene.
Vive aún tu esfuerzo, aunque esta tierra siga siendo la promesa que pudimos y no quisimos cumplirnos…
Descansa, hermano, todavía falta para llegar a Bogotá.
Descansa, cierra los ojos: tú sabes bien que es la Violencia lo que de nuevo viene.
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