martes, 30 de noviembre de 2021

Noviembre, 1985






Nota: este texto inédito del 2008 puede considerarse una elegía. La fecha marca el inicio de una serie, prácticamente ininterrumpida, de traumas colectivos por la que han pasado todos mis contemporáneos.

…mas cuando fui hombre, dejé lo que era de niño.
Cor. I, 13: 11

Un gesto que sorprendí en el rostro de mi abuela, detenida frente a la misma pantalla de televisor que yo miraba, de alguna manera me dijo que estábamos perdidos. ¿Perdidos? 

¿Acaso mi abuela creía que esas llamas jamás se extinguirían? ¿Acaso no comprendía que las llamas habrían de cesar por fuerza? Definitivamente la vieja exageraba; exageraba, aunque no fuera esa su costumbre…

Eso me pareció en aquellos días en que este mundo se deshacía a sangre y fuego… Después a fuego, ceniza y lodo.

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