'Ansiedad' es el nombre que le dan

'Ansiedad' es el nombre que los médicos y los psiquiatras suelen dar a mi mal. Más de quince siglos de ciencia médica, en los que se han dado dos revoluciones industriales y un auge que ha centuplicado el “avance” tecnológico de la humidad en tan sólo décadas, se reducen a una palabra inútil y a unas pastillas que me resecan la boca y me aletargan. 

Lo peor es que 'ansiedad' ni siquiera es, en rigor, un término médico; si la llamáramos 'angustia', por ejemplo, tendríamos el camino abierto a todo un tratado filosófico. Pero parece ser que eso ya se hizo… 

El caso es que aquí estamos. Ansiosos. Angustiados. Jodidos.

Alarma, recelo, desconfianza, aprensión, turbación, temor, miedo, espanto, terror, horror, pánico, pavor… Esto ya sería algo más próximo a un diagnóstico para mí, si bien tendríamos que agregar:

Orfandad

Desamparo

Soledad

Confusión

Desconcierto

Desarraigo

Desazón

Desánimo

Tedio

Pena

Congoja

Pesadumbre

Desolación

Desconsuelo

Abatimiento

Tribulación

Tormento

Sufrimiento

Intransmisible

Inexplicable