Dirá cierto tipo de papá o tío: "Pues no está mal que les hubieran enseñado un poco de disciplina, que eso les sirve para la vida" ("Tampoco estaría mal que usted tuviera la amabilidad de morirse; mire que se está necesitando espacio", le respondería yo, guardando las buenas y debidas maneras).
No faltó el compañero que "siguió la carrera" a partir de esa experiencia, y es que muchos jóvenes, como lo muestra la película La ola, son susceptibles de ser condicionados de esa manera, fácilmente acatan porque están en la búsqueda de cimientos para su personalidad; la institución, con sus rituales gregarios y robóticos, tiene una estructura totalmente afianzada que hace sentir al muchacho "parte de algo".
¿Me pregunto si no fue esto una especie de abuso?
0 comentarios:
Publicar un comentario